Los anfibios son especies que juegan un papel ecológico fundamental. Sin embargo, son el grupo de vertebrados más amenazados actualmente y su conservación es esencial por los beneficios directos que aportan a los ecosistemas: sirven de alimento a multitud de especies y además se alimentan de abundantes insectos e invertebrados.

Para completar sus ciclos vitales, los anfibios necesitan espacios con agua más o menos temporales, que les permitan realizar las puestas y reproducirse. Es por ello que en el proyecto BioReSTONE se ha realizado la recreación de una charca temporal. Esta primavera se han encontrado larvas de varias especies de anfibios, además de actividad faunística en los alrededores.

Con esta acción no sólo se favorecerá a los anfibios, mediante la recreación de este tipo de ecosistema se fomentará la presencia de flora macrofita (plantas que viven en el agua), numerosos invertebrados y otros vertebrados que se beneficiarán del agua y del alimento que encontrarán aquí, como aves o murciélagos.

El proyecto BioReSTONE cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Fotografía de Javier Cots