El cambio climático tiene repercusiones en la biodiversidad y los ecosistemas y a menudo exacerba otras presiones, como la contaminación, las especies invasoras y la fragmentación, degradación y pérdida de hábitats
Algunos de los posibles impactos del cambio climático que pueden ocurrir en zonas áridas y semiáridas -como las áreas donde tiene lugar el proyecto BioReSTONE con el apoyo de la @fundacionbiodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico – son el incremento de la desertificación, el aumento de las temperaturas mínimas o el incremento de episodios extremos de altas temperaturas y sequías.
Tras analizar modelos de escenarios climáticos en la zona del proyecto, se determinó incluir enfoques ecosistémicos para la adaptación al cambio climático en las revegetaciones de las canteras de mármol del proyecto. Para ello, se han estudiado las series de vegetación de la zona y se han escogido especies con mayor adaptabilidad a este nuevo escenario climático. Algunas de estas especies son la sabina mora (Juniperus phoenicea), el enebro (J. oxycedrus) o el aladierno (Rhamnus alaternus).